El Jueves Santo, 17/04/2014, ha muerto el "rábano"* más grande de la hispanoesfera: Gabriel García (1927-2014), un colombiano, quien ha engañado a millones de incautos.
*Socialista o comunista y/o revolucionario (rojo) por fuera, capitalista y/o conservador (blanco) por dentro.
De su obra, no he leído nada; en mi casa jamás ha habido un libro escrito por él, ni en la casa paterna donde crecí. Solamente he leído una reseña de 287 palabras acerca de una novela corta de su autoría, La increíble y triste historia de la cándida Eréndira y de su abuela desalmada. Con eso me basta.
Dos colombianos verdaderamente grandes:
1) El filólogo y erudito Rufino José Cuervo Urisarri (Bogotá, 1844-París, 1911), autor, entre varias obras, de un magno Diccionario de construcción y régimen de la lengua castellana, iniciado en 1872. Cuervo publicó solamente dos volúmenes, que abarcaban de la letra A a la D, y dejó inédito un tercero, correspondiente a la letra E. En 1942, el colombiano Instituto Caro y Cuervo continuó la labor de Cuervo, al seguir con fidelidad el prólogo del texto publicado, labor que concluyó en 1994, ciento veintidós años después de su inicio por parte del filólogo Rufino Cuervo. Fue editado y publicado por Herder, e incluye un CD-ROM compact disk-read only memory (disco compacto-memoria sólo de lectura).
2) El médico neurofisiólogo Rodolfo Llinás Riascos (Bogotá, 1934- ), una autoridad a escala mundial en el campo del cerebro, el cerebelo, la conciencia; descubridor de las propiedades electrofisiológicas intrínsecas de las neuronas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.