David, e Isbaal. A la muerte del primer rey de Israel (Saúl), hacia 1010 a.C. o a.e.c., ya había división: primeramente, durante siete y medio años,* David —hijo de Jesé— reinó únicamente sobre el territorio de la tribu de Judá (el Sur), desde la ciudad de Hebrón, unos 30 kilómetros al Sur-Suroeste de Jerusalén; mientras que Isbaal, hijo del monarca Saúl, reinó sobre Israel (el Norte) por dos años.**
*II Samuel, II, 11.
**II Samuel, II, 10.
Finalmente, luego del asesinato vengativo del general Abner (quien era hijo de Ner y a la vez jefe del Ejército del extinto rey Saúl) a manos de Joab —porque Abner había matado a Asahel (hermano de Joab) — y del asesinato de Isbaal (hijo del rey Saúl) en una fecha entre 1007 y 1003 a.C. a manos de Baaná y Rekab, jefes de bandas merodeadoras, David pudo reinar sobre Israel y sobre Judá "desde Dan hasta Beerseba".*
*II Samuel, III, 10: [Yahveh] quitaría la realeza a la Casa de Saúl y levantaría el trono de David sobre Israel y sobre Judá, desde Dan hasta Beerseba"; es decir, desde el extremo norte hasta el extremo sur.
David reinó de extremo a extremo desde 1007 o 1003 hasta 970. David no cumplió cabalmente la voluntad ni las órdenes de Dios Yahveh, cometió adulterios, lo cual le reprochó el profeta Natán.
(Lo anterior plantea algunos problemas cronológicos respecto de los siete y medio años que, según el texto arriba mencionado de II Samuel, II, 11, reinó David solamente en Judá desde su palacio en la ciudad de Hebrón; por eso se ha sugerido corregir la lectura y considerar que ambos reinados fueron simultáneos (sobre Judá y sobre Israel), o bien postular que la diferencia de cinco y medio años se debe al tiempo que demoró Isbaal en ser reconocido como rey, o bien a un interregno entre su muerte y la proclamación de David como soberano del reino unificado.)
David era yerno del rey Saúl, pues se había casado con la hija menor de este, llamada Mical.
Según II Samuel, VII, 12-13, Dios Yahveh no quiso que el segundo rey —David— construyera el Templo, sino su hijo Salomón:
Y cuando tus días se hayan cumplido y te acuestes con tus padres,* afirmaré después de ti la descendencia que saldrá de tus entrañas, y consolidaré el trono de su realeza. (Él construirá un templo para mi Nombre y yo consolidaré el trono de su realeza para siempre.)
*O sea: cuando tu cadáver sea sepultado.
Durante el reinado del monarca Salomón fue construido el primer Templo de Yahveh, en siete y medio años (I Reyes, VI, 1 y 37-38), aproximadamente desde el año 966 hasta el 959. En la edificación ordenada por Salomón fueron empleados principalmente: piedra, cedro, ciprés, olivo silvestre, bronce, oro.
En I Reyes, VIII, 27, está asentada una frase pronunciada por Salomón: ¿Es que verdaderamente habitará Dios con los hombres sobre la tierra? Si los cielos y los cielos de los cielos no pueden contenerte, ¡cuánto menos esta Casa que yo te he construido!
Una frase casi idéntica a la anterior aparece en II Crónicas, VI, 18.
Salomón fue hijo de David y Betsabé (hija de Eliám y esposa de Urías el hitita);* reinó de 970 a 931, y desvió el camino, amó a muchas mujeres extranjeras, y fue tras divinidades de los sidonios, los moabitas y los ammonitas.**
*II Samuel, XII, 24.
**I Reyes, XI, 1-5.
"Salomón hizo lo malo a los ojos de Yahveh, y no siguió plenamente con Yahveh como David su padre."***
***I Reyes, XI, 6.
Hacia el año 1700 a.C., cuando el patriarca hebreo Jacob (también llamado Israel) presintió la cercanía de su muerte, llamó a sus hijos, los bendijo uno por uno, y acerca de su hijo Judá, dijo:
[A Judá] No le será arrebatada la corona ni el bastón de mando de entre sus piernas, hasta que venga aquel a quien pertenece y a quien los pueblos obedecerán.*
*Génesis, XLIX, 10.
Un hijo de Salomón, Roboam, heredó parcialmente el trono de su padre, pues fue monarca del reino del Sur (reino de Judá) solamente, ya que a causa del cisma o división política,* surgió en el Norte el reino de Israel, cuyo primer soberano fue Jeroboam.
*Anunciada por Dios Yahveh a Salomón, según consigna I Reyes, XI, 11-13.
El Reino de Israel (Reino del Norte), en color azul,
y el Reino de Judá (Reino del Sur), en color amarillo mostaza
Hacia el año 931 antes de Cristo, un joven de la tribu de Efraín, llamado Jeroboam —hijo de Nebat— un día echó a andar fuera de Jerusalén "[...] y el profeta Ajías de Silo lo encontró en el camino. Iba este cubierto con un manto nuevo y estaban los dos solos en el campo. Ajías tomó el manto nuevo que llevaba, lo rasgó en doce jirones y dijo a Jeroboam: 'Toma para ti diez jirones, porque así dice Yahveh, Dios de Israel: Voy a hacer jirones el reino de manos de Salomón y te voy a dar diez tribus. Le quedará la otra tribu en atención a mi siervo David y a Jerusalén, la ciudad que me elegí entre todas las tribus de Israel; porque me ha abandonado y se ha postrado ante Astarté, diosa de los sidonios; ante Kemós, dios de Moab; y ante Milkom, dios de los ammonitas, y no ha seguido mis caminos haciendo lo que es justo a mis ojos, ni mis decretos ni mis sentencias como su padre David'."
*I Reyes, XI, 29-33.
Salomón trató de dar muerte a Jeroboam, pero Jeroboam se levantó y huyó a Egipto, junto a Sosaq, rey de Egipto, y estuvo en Egipto hasta la muerte de Salomón.*
*I Reyes, XI, 40.
Jeroboam regresó de Egipto...*
*I Reyes, XII, 2.
Cuando todo Israel supo que Jeroboam había vuelto, enviaron a llamarle a la asamblea y le hicieron rey sobre todo Israel; no hubo quien siguiera a la Casa de David, aparte sólo la tribu de Judá,* y la de Benjamín.
*I Reyes, XII, 20.
En llegando a Jerusalén reunió Roboam [hijo del rey Salomón] a toda la Casa de Judá y a la tribu de Benjamín, ciento ochenta mil hombres guerreros escogidos, para combatir contra la Casa de Israel y devolver el reino a Roboam, hijo de Salomón.*
*I Reyes, XII, 21.
Al morir Salomón —año 931— el reino se escindió en dos: Judá (Sur) e Israel (Norte). Una división política.
Roboam, primer rey de Judá. Hijo de Salomón, 931-913.Fue un mal rey. Con su madre, la ammonita Naamá, se construyeron lugares altos, estelas, cipos, para adorar otros dioses. Hasta prostitutos "sagrados" (hieródulos) hubo en aquellos tiempos en el país de Judá.
En el año 926 a.C., o sea, "El año quinto del rey Roboam, Sosaq, rey de Egipto, subió contra Jerusalén y se apoderó de los tesoros de la Casa de Yahveh y de los tesoros de la casa del rey; de todo se apoderó. Y, como se llevó todos los escudos de oro que había hecho Salomón, el rey Roboam hizo en su lugar escudos de bronce...".*
*I Reyes, XIV, 25-27.
Jeroboam I de Israel, primer rey de Israel. Hijo de Nebat, 931-910.
Fue un mal rey; fundió oro e hizo dos becerros, uno lo colocó en Betel, y el otro fue llevado por una parte del pueblo a Dan. Jeroboam subió a un altar que había mandado hacer en Betel, para quemar incienso al becerro de oro. Decretó lo siguiente: "Basta ya de subir a Jerusalén [para adorar al Dios Yahveh]. Este [el becerro de oro] es tu dios, Israel, el que te hizo subir de la tierra de Egipto."*
Asimismo, estableció sacerdotes elegidos del común del pueblo, que no eran de la tribu de Leví, lo cual era una violación a la ley.
*I Reyes, XII, 28.
Abiyyam o Abías, segundo rey de Judá. Hijo de Roboam, 913-911.
Un mal rey. Siguió en todo los pecados que su padre había hecho antes de él.
Nadab, segundo rey de Israel. Hijo de Jeroboam, 910-909.
Un mal rey. Anduvo por el camino de su padre y en el pecado con que hizo pecar a Israel. En el año 909, Basá, hijo de Ajías, de la tribu de Isacar, conspiró contra él y lo mató en Guibbetón. También asesinó a toda la Casa (Dinastía) de Jeroboam.
Asá, tercer rey de Judá. Hijo de Abiyyam o Abías, 911-870.
Un buen monarca. Reinó 41 años desde Jerusalén sobre todo Judá. Expulsó a los consagrados a la prostitución (o prostitutos "sagrados") y quitó todos los ídolos que su abuelo y su padre habían erigido.
Basá, tercer rey de Israel. Hijo de Ajías, 909-886.
Un mal rey. Hizo el mal a los ojos de Yahveh y fue por el camino del pecado.
Elá, cuarto rey de Israel. Hijo de Basá, 886-885.
Elá fue un mal rey. Zimrí, jefe de la mitad de los carros de guerra, lo mató.
Zimrí, quinto rey de Israel. 885.
Un mal rey. Reinó únicamente por siete días. Al verse amenazado por tropas de Israel (que ya sabían que Zimrí había asesinado al rey Elá), prendió fuego a la casa del rey (palacio), y murió.
Entonces el pueblo de Israel se dividió en dos mitades: una mitad del pueblo siguió a Tibní, hijo de Guinat, para hacerle rey; la otra mitad a Omrí. El pueblo que seguía a Omrí prevaleció sobre el pueblo que seguía a Tibní, hijo de Guinat; Tibní murió y reinó Omrí.*
*I Reyes, XVI, 21-22.
Omrí, sexto rey de Israel. 885-874.
Se trató de un rey perverso. Con sus vanos ídolos, "fue peor que cuantos le precedieron".*
*I Reyes, XVI, 25.
Ajab o Acab, séptimo rey de Israel. Hijo de Omrí, 874-853.
Un pésimo rey. Se casó con la perversa princesa fenicia Jezabel,* hija de Ittobaal, rey de los sidonios. Ajab mandó edificar un templo y un altar al dios Baal, en Samaria.**
*I Reyes, XVI, 31.
**I Reyes, XVI, 32.
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Primera digresión.
El redactor interrumpe la narración sobre los soberanos de Israel, para presentar a uno de los más grandes profetas del Antiguo Testamento, Elías, quien viene de Tisbé, en la región de Galaad, al oriente del río Jordán, una zona pobre y alejada de las nuevas influencias, que se había mantenido fiel a la fe.
Elías, tesbita, de Tisbé de Galaad, dijo a Ajab: "Vive Yahveh, Dios de Israel, a quien sirvo. No habrá estos años rocío ni lluvia más que cuando mi boca lo diga."*
*I Reyes, XVII, 1.
El asceta solitario se retira al oriente:
Fue dirigida la palabra de Yahveh a Elías diciendo: "Sal de aquí, dirígete hacia el oriente y escóndete en el torrente de Kerit que está al este del [río] Jordán. Beberás del torrente y encargaré a los cuervos que te sustenten allí."*
*I Reyes, XVII, 3-4.
Los cuervos le llevaban pan por la mañana y carne por la tarde, y bebía del torrente.*
*I Reyes, XVII, 6.
El capítulo XVII del I Libro de los Reyes continúa narrando acerca de la estancia del profeta Elías en casa de la viuda fenicia de Sarepta durante la sequía que Yahveh le había ordenado profetizar (Sarepta fue una población fenicia situada entre Sidón y Tiro; sus ruinas están muy cerca del Mar Mediterráneo, al norte de Sarafand, un poblado libanés); de cómo Dios Yahveh hizo que no se acabara la harina en la tinaja ni se agotara el aceite en la orza (vasija vidriada de barro, alta y sin asas). De cómo Dios devuelve la vida o resucita, vía Elías, al hijo de la viuda, quien se había quedado sin aliento.
El capítulo XVIII relata cómo el pueblo de Israel al ver que Dios sí respondía a las súplicas de Elías, al enviar fuego que devoró el holocausto ofrecido por el profeta, echó mano a 450 profetas de Baal, y cómo el profeta Elías degolló a todos ellos junto al torrente de Quisón.
El capítulo XIX del I Libro de los Reyes describe cómo Elías primeramente huyó de un mensajero de Jezabel, la reina consorte del monarca israelita Ajab, ya que el mensajero había recibido órdenes de matarlo, pero el profeta escapó, se encaminó por el desierto, se sentó bajo una retama, y se deseó la muerte, pero un ángel le tocó y le dijo: "Levántate y come." Lo hizo: comió una torta cocida y bebió de un jarro de agua, y volvió a acostarse. El ángel de Yahveh volvió por segunda vez, le tocó y le dijo: "Levántate y come, porque el camino es demasiado largo para ti." Elías repitió la operación, y con la fuerza de aquella comida caminó durante cuarenta días y cuarenta noches hasta el monte de Dios: el Monte Horeb (o Monte Sinaí), y una vez allí, Dios no se manifestó en el huracán, ni en el temblor de tierra, ni en el fuego, sino en el susurro de una brisa suave. El final de este capítulo consigna que el profeta Eliseo se puso al servicio de Elías luego de que este le había echado su manto encima. Esto es, Eliseo devino discípulo de Elías.
El capítulo XX expone cómo el rey Ajab le pidió al terrateniente y viñador Nabot de Yizreel que le cediera su viña y el soberano le daría a cambio otra mejor (el monarca quería sembrar hortalizas ahí, pues ese terreno estaba junto a la casa real). Nabot se negó a deshacerse de la herencia de sus padres.
El capítulo XXI explica que la esposa del rey, la perversa Jezabel, hizo que los ancianos y los notables que vivían junto a Nabot en su ciudad, en Samaria, le asesinaran mediante una pedrea. El final de este capítulo señala que Ajab se arrepintió, y Dios Yahveh le perdonó.
El capítulo XXII informa que Ajab fue a guerrear contra el rey de Aram (de los arameos), en Ramot de Galaad, y allí, cuando iba en su carro conducido por su auriga, una flecha enemiga penetró su cuerpo por entre las placas de su coraza. Murió la tarde de ese día, luego de que entre lo recio de la batalla había sido sostenido en pie, ya herido, en su carro frente a los arameos; "... la sangre de la herida corría por el fondo del carro...".*
*I Reyes, XXII, 35.
Fin de la primera digresión.
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Josafat, cuarto rey de Judá. Hijo de Asá y de Azubá, hija de Silfí, 870-848.
Fue un buen rey. "Barrió de la tierra a todos los consagrados a la prostitución que habían quedado en el país en los días de Asá su padre."*
*I Reyes, XXII, 47.
Ocozías de Israel o Ajaziah, octavo rey de Israel. Hijo de Ajab y de la reina Jezabel, 853-852.
Ocozías de Israel se cayó por la celosía de su habitación de arriba de Samaria; quedó maltrecho, y envió mensajeros a los que dijo: "Id a consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, si sobreviviré a esta desgracia."
El profeta Elías le comunicó la siguiente palabra de Yahveh: "... Porque has enviado mensajeros para consultar a Baal Zebub, dios de Ecrón, por eso, del lecho al que has subido no bajarás, pues de cierto morirás."*
*II Reyes, I, 16.
Ocozías de Israel no tuvo hijos, por lo que luego de su deceso ascendió al trono su hermano Joram de Israel.
Joram de Israel, noveno rey de Israel. Hermano de Ocozías de Israel, 852-841.
Fue un monarca menos malo que sus antecesores. Aunque retiró los altares al dios Baal, siguió conservando los de otros dioses.
Joram de Judá, quinto rey de Judá. Hijo de Josafat. 848-841.
Resultó un mal rey. Durante unos meses, fue corregente con su padre Josafat. Se casó con la ambiciosa Atalía, hija del perverso soberano Ajab de Israel. Para asegurar su posición, Joram de Judá mató a sus seis hermanos.
Ocozías de Judá, sexto rey de Judá. Hijo de Joram de Judá y Atalía, 841.
Fue un mal monarca. Reinó un año. Su sede estuvo en Jerusalén. "... hizo mal a los ojos de Yahveh...".*
*II Reyes, VIII, 27.
Atalía, séptima monarca de Judá. Madre de Ocozías de Judá y esposa de Joram de Judá. 841-835.
Fue una reina perversa; para no quedar solamente como regente, hizo ejecutar a cuanto príncipe de la Dinastía o Casa de David pudo encontrar, y se hizo con el trono. Solamente sobrevivió Joás, quien luego sería rey. Fue capturada y ejecutada luego de gobernar por seis años.
Jehú, décimo rey de Israel. Subió al trono luego de una revuelta. 841-814.
Fue un rey usurpador que al parecer primeramente se portó bien, pero luego pecó. Comenzó su carrera militar en el ejército del rey Ajab (Acab), para luego convertirse en general del rey Joram. Mientras sitiaba la ciudad de Ramot de Galaad que estaba en posesión de los arameos de Damasco, fue ungido rey de Israel y se le encargó la misión de eliminar la descendencia de Ajab y de Ocozías de Judá, y de tomar el trono de Israel, según la profecía de Dios Yahveh escuchada por el profeta Elías: "... unge a Jazael [o Hazael] como rey de Aram [la actual Siria]. Ungirás a Jehú, hijo de Nimsí, como rey de Israel, y a Eliseo, hijo de Safat, [...] le ungirás como profeta en tu lugar."* Jehú adoró becerros de oro, como Jeroboam, el primer rey de Israel.**
*I Reyes, XIX, 15-16.
** II Reyes, X, 28-31.
Joás de Judá, octavo rey de Judá. Hijo de Ocozías de Judá y nieto de Atalía y de Joram de Judá. 835-796.
Empezó a reinar a los siete años de edad. Fue un buen rey.
Joacaz de Israel, undécimo rey de Israel. Hijo de Jehú. Reinó sobre Israel desde Samaria. 814-798.
Fue un mal rey. "Hizo el mal a los ojos de Yahveh y anduvo tras los pecados con que Jeroboam, hijo de Nebat, hizo pecar a Israel, sin apartarse de ellos."*
*II Reyes, XIII, 2.
Joás de Israel, duodécimo rey de Israel. Hijo de Joacaz de Israel. Reinó sobre Israel desde Samaria. 798-783.
Fue un mal rey. "Hizo el mal a los ojos de Yahveh, no se apartó de ninguno de los pecados con que Jeroboam, hijo de Nebat, hizo pecar a Israel, sino que anduvo por ellos."*
*II Reyes, XIII, 11.
Amasías, noveno rey de Judá. Hijo de Joás de Judá. 796-781.
Tenía 25 años de edad cuando comenzó a gobernar, y reinó durante quince años desde Jerusalén. Fue un rey "regular"; su corazón se envaneció. Envió un mensaje retador a Joás de Israel; este último subió a Bet Semel con su ejército y derrotó a los soldados de Amasías. Joás de Israel capturó a Amasías, subió a Jerusalén, y "tomó todo el oro, toda la plata y todos los objetos que se hallaban en la Casa de Yahveh, los tesoros de la casa del rey y también rehenes, y se volvió a Samaria."*
II Reyes, XIV, 14.
Jeroboam II de Israel, decimotercer rey de Israel. Hijo de Joás de Israel. 783-743.
Fue un mal rey, un soberano infiel a Dios Yahveh.
"Hizo el mal a los ojos de Yahveh y no se apartó de todos los pecados con que Jeroboam, hijo de Nebat, hizo pecar a Israel."* Jeroboam II "restableció las fronteras de Israel desde la entrada de Jamat hasta el mar de la Arabá, según la palabra que Yahveh, Dios de Israel, había dicho por boca de su siervo, el profeta Jonás."**
*II Reyes, XIV, 24.
**II Reyes, XIV, 25, y Deuteronomio, III, 17.
Ozías, décimo rey de Judá. Hijo de Amasías. Reinó sobre Judá desde Jerusalén. 781-740.
Fue un buen monarca. Tenía 16 años de edad cuando empezó a reinar. Cierto día se infectó de lepra, y quedó leproso hasta su muerte. Vivía en una casa aislada, "y Jotam, hijo del rey, estaba al frente de la casa y administraba justicia al pueblo de la tierra."*
*II Reyes, XV, 5.
Zacarías, decimocuarto rey de Israel. Hijo de Jeroboam II de Israel. 743.
Fue un mal soberano. Reinó solamente seis meses. "Sallum, hijo de Yabés, conspiró contra él, le hirió en Yibleam, le mató, y reinó en su lugar."*
*II Reyes, XV, 10.
Sallum (o Salum, o Sellum, o Shallum), decimoquinto rey de Israel. Hijo de Yabés.
Reinó sobre Israel desde Samaria. 743.
Fue un pésimo monarca. Reinó solamente un mes. "Menajem, hijo de Gadí, subió de Tirsa, entro en Samaria e hirió a Sallum, hijo de Yabés, en Samaria; le mató y reinó en su lugar."*
*II Reyes, XV, 14.
Menajem, decimosexto rey de Israel. Hijo de Gadí. Reinó sobre Israel desde Samaria. 743-738.
Fue un mal rey. Hizo el mal a los ojos de Yahveh.
Jotam, undécimo rey de Judá. Hijo de Ozías. Reinó sobre Judá desde Jerusalén. 740-736.
Fue un buen rey. Hizo lo recto a los ojos de Dios Yahveh.
Construyó la Puerta Superior de la Casa de Yahveh.
Pecajías, decimoséptimo rey de Israel. Hijo de Menajem. Reinó sobre Israel desde Samaria. 738-737.
Fue un mal rey. Hizo el mal a los ojos de Yahveh.
Su escudero Pecaj, hijo de Remalías, se conjuró contra él y le hirió en Samaria, en el torreón de la casa del rey. Hizo morir al monarca y reinó en su lugar.
Pecaj, decimoctavo rey de Israel. Hijo de Remalías. Reinó sobre Israel desde Samaria. 737-732.
Fue un mal rey. Hizo el mal a los ojos de Yahveh.
En tiempos de Pecaj, el famoso rey Teglatfalasar III de Asiria invadió y batió el territorio de Israel, y deportó a numerosos israelitas a Asiria.*
Oseas, hijo de Elá, tramó una conjuración contra Pecaj, le hirió, le mató y reinó en su lugar.**
*II Reyes, XV, 29.
** II Reyes, XV, 30.
Ajaz, duodécimo rey de Judá. Hijo de Jotam. Reinó sobre Judá desde Jerusalén. 736-716.
Fue un mal rey. No hizo lo recto a los ojos de Dios Yahveh.
Ofreció sacrificios y quemó incienso en los altos, en las colinas, y bajo todo árbol frondoso.*
*II Reyes, XVI, 4.
Oseas, decimonoveno rey de Israel. Hijo de Elá. Reinó sobre Israel desde Samaria. 732-724.
—No se confunda con el profeta Oseas.
Fue un mal rey. Hizo el mal a los ojos de Yahveh.
Fue el último rey de Israel. Así, hacia 724 a.C., después de unos 207 años, concluyó la historia del cismático Reino de Israel, que se había separado hacia 931 a.C.
Este monarca fue impuesto por el rey asirio Teglatfalasar III, con soberanía reducida a Samaria. Oseas se sublevó a la muerte del citado soberano asirio y buscó la alianza con Egipto, pero fue derrotado por Salmanasar V (hijo y sucesor de Teglatfalasar III), luego de tres años de ataques y asedio a la ciudad de Samaria, que finalmente fue tomada.* El rey israelita Oseas fue cegado y conducido como cautivo a Asiria. Las consecuencias fueron la conversión de Israel (el Reino del Norte) en provincia asiria, y la deportación masiva de la población, en especial de las clases altas, que fueron sustituidas por colonos arameos (asirios) y caldeos, conocidos luego como samaritanos. Los israelitas deportados se mezclaron y diluyeron entre la población asiria, llamándoseles en adelante las diez tribus perdidas. Las excepciones fueron las tribus de Judá y de Benjamín, que permanecieron fieles al Sur, al Reino de Judá.
*II Reyes, XVIII, 10.
Por lo anterior, el rey asirio Salmanasar V es considerado el deportador de las diez tribus perdidas de Israel; las estableció en Asiria: en Jalaj, en el Jabor, río de Gozán, y en las ciudades de los medos.*
*II Reyes, XVII, 6.
Abajo, continuaremos con los últimos reyes de Judá. Pero antes, una segunda digresión.
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Segunda digresión.
Uno de los redactores del Génesis informa en el capítulo XXXV, versículos de la parte final del 22 al 26, acerca de la descendencia masculina directa del patriarca Jacob, hijo menor del también patriarca Isaac: "Los hijos de Jacob fueron doce. Hijos de Lía: el primogénito de Jacob, Rubén; después Simeón, Leví, Judá, Isacar y Zabulón. Hijos de Raquel: José y Benjamín. Hijos de Bilhá, la esclava de Raquel: Dan y Neftalí. Hijos de Zilpá, la esclava de Lía: Gad y Aser. Estos fueron los hijos de Jacob, que le nacieron en Padán-Aram." 6 + 2 + 2 + 2 = 12. Aunque aparentemente estos doce varones fueron las cabezas de las doce tribus de Israel, en realidad no fue así en su totalidad. Se debe eliminar de la lista el nombre de José y sustituirlo por los nombres de sus dos hijos, Manasés y Efraín, y "semiborrar" asimismo el de Leví, porque aunque fue cabeza de los levitas, no recibió tierras.
Raquel murió durante el parto de su segundo hijo, Benjamín.*
*Génesis, XXXV, 16-20.
Rubén el primogénito cometió incesto durante cierta ausencia de Jacob: se acostó con Bilhá, concubina de su padre y esclava de Raquel.**
**Génesis, XXXV, 21-22,
José no tuvo una tribu con su propio nombre, y no recibió tierras, pero sus hijos sí: Manasés (el primogénito de José) y Efraín (el segundogénito de José), hijos que había tenido con la egipcia Asenat. Cuando Jacob (con ojos tan debilitados por la vejez que ya no podía ver) puso a propósito su mano derecha sobre la cabeza del segundogénito Efraín, y su mano izquierda sobre la cabeza del primogénito Manasés para bendecir a sus nietos, su hijo José le dijo: "Así no, padre mío, que este es el primogénito; pon tu diestra sobre su cabeza." Pero rehusó su padre, y dijo: "Lo sé, hijo mío, lo sé; también él será grande. Sin embargo, su hermano será más grande que él, y su descendencia se hará una muchedumbre de gentes."*
*Génesis, XLVIII, 18-19.
Aparentemente, las tribus con tierras serían trece. Si restamos de doce la "tribu" que nunca tuvo José, quedan once: 12 - 1 = 11, y si enseguida sumamos las tribus correspondientes a Efraín y Manasés, la adición da trece: 11 + 2 = 13.
(Pero resulta que la tribu de Leví, dedicada exclusivamente al sacerdocio de Yahveh, no recibió tierras. Así lo indicó Dios Yahveh a Moisés:
("Yahveh habló a Moisés y le dijo: «No pases revista a la tribu de Leví ni hagas su padrón entre los demás israelitas. Alista tú mismo a los levitas para el servicio de la Morada del Testimonio, de todos sus utensilios y de todo lo que se relaciona con ella»."*
(*Números, I, 48-50.
(Los levitas no recibieron tierras, pero sí recibieron de los restantes israelitas, ciudades donde habitar y dehesas o pastos en derredor de las ciudades en las que debían morar.** ***
(**Números, XXXV, 2-4.
(***Josué, XIV, 4-5.)
Así que la sustracción o resta siguiente: trece menos uno, da doce: 13 - 1 = 12.
Fin de la segunda digresión.
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Ezequías, decimotercer rey de Judá. Hijo de Ajaz. Reinó durante 29 años sobre Judá desde Jerusalén. 716-687 a.C.
Fue el mejor rey de Judá. Hizo lo recto a los ojos de Yahveh. Quitó los altos donde numerosos judíos llegaron a adorar a otros dioses, derribó estelas, cortó cipos (pilastras), y rompió la serpiente de bronce que había hecho Moisés, porque los israelitas le habían quemado incienso hasta aquellos días; se la llamaba Nejustán. Confió en Yahveh, Dios de Israel. Después de él no le ha habido semejante entre todos los reyes de Judá, ni tampoco antes. Se apegó a Yahveh y no se apartó de él; guardó los mandamientos que Yahveh había mandado a Moisés. Yahveh estuvo con él y tuvo éxito en todas sus empresas; se rebeló contra el rey de Asiria y no le sirvió. Él batió a los filisteos hasta Gaza y sus fronteras, desde las torres de guardia hasta la ciudades fortificadas.*
*II Reyes, XVIII, 1-8.
Ezequías, en el primer mes de su reinado, hacia el año 716 a.C., abrió las puertas de la Casa de Yahveh (el templo) y las reparó, purificó el templo e hizo acudir a los levitas para que lo santificaran.
*II Crónicas, XXIX, 3-17.
El Túnel de Ezequías o Túnel de Siloé –acueducto subterráneo– fue construido en el año 701 a. C. por orden del rey Ezequías. En la segunda mitad del siglo VIII a.C. el Reino de Judá debía proteger a Jerusalén –y especialmente su fuente de agua– del ejército de Asiria que avanzaba a través de la actual Siria y Cisjordania en dirección hacia el Imperio Nuevo de Egipto. En vistas a los muchos fugitivos provenientes del Reino de Israel, cuya capital Samaria había sido tomada en 724 a.C. por Salmanasar V, entonces monarca de Asiria, Ezequías hizo construir un nuevo muro en torno a Jerusalén, que había crecido notablemente en dirección oeste y sur, y aseguró por medio de la construcción del túnel que lleva su nombre el abastecimiento de la ciudad con agua potable.*
*II Crónicas, XXXII, 1-5.
El ataque y el asedio a la Ciudad Santa (Jerusalén) fueron llevados adelante por el rey asirio invasor Senaquerib* en el año 701 a.C., pero no pudo tomar la ciudad; en cambió, sí arrasó Babilonia.
*II Crónicas, XXXII, 9.
Senaquerib partió de Judá hacia Nínive. "Y sucedió que estando él postrado en el templo de su dios Nisrok, sus hijos Adrammélek y Saréser le mataron a espada y se pusieron a salvo en el país de Ararat. Su hijo Asarjaddón reinó en su lugar."*
*II Reyes, XIX, 36-37.
Manasés, decimocuarto rey de Judá. Hijo de Ezequías. Reinó como corregente con su padre Ezequías de 697 a 687 a.C., y como soberano, de 687 a 642 a.C.
Manasés fue un mal rey. Hizo el mal a los ojos de Yahveh según las abominaciones de las gentes que Yahveh había expulsado delante de los israelitas. Volvió a edificar los [lugares] altos que había destruido su padre Ezequías, alzó altares a Baal e hizo un cipo como lo había hecho Ajab,* séptimo rey de Israel.
*II Reyes, XXI, 2-3.
Amón, decimoquinto rey de Judá. Hijo de Manasés. Reinó durante 2 (dos) años sobre Judá desde Jerusalén. 642-640 a.C.
El nombre de su madre era Mesulemet. Amón tenía 22 años cuando comenzó a reinar.
Amón fue un mal rey. Hizo el mal a los ojos de Yahveh como había hecho su padre Manasés. Caminó enteramente por el camino que siguió su padre, sirvió a los ídolos a los que sirvió su padre y se postró ante ellos. Abandonó a Yahveh...*
*II Reyes, XXI, 19-22.
Josías, decimosexto rey de Judá. Hijo de Amón. Reinó durante 31 años sobre Judá desde Jerusalén. 640-609 a.C.
Fue hijo de Yedidá, hija de Adías.
Tenía ocho años de edad cuando se convirtió en el monarca de Judá, y reinó 31 años, desde Jerusalén.
Fue un buen soberano. Hizo lo recto a los ojos de Yahveh y anduvo enteramente por el camino de David su padre, sin apartarse ni a la derecha ni a la izquierda.*
*II Reyes, XXII, 1-2.
En tiempos de este monarca Josías, la reforma religiosa se extendió al antiguo Reino del Norte (Israel):
También el altar que había en Betel, y el [lugar] alto que había mandado construir Jeroboam I rey de Israel (hijo de Nebat), el que hizo pecar a Israel, [Josías] derribó este altar y este alto, rompió las piedras, las redujo a polvo, y quemó el cipo.**
**II Reyes, XXIII, 15.
El rey judío Josías fue muerto por las fuerzas encabezadas por el faraón egipcio Nekó (o Necao II) en la Batalla de Meguiddó (o Megido).***
***II Reyes, XXIII, 29.
Joacaz de Judá, decimoséptimo rey de Judá. Hijo de Josías. Reinó sobre Judá desde Jerusalén. 609 a.C.
Fue hijo de Josías y Jamital. Tenía 23 años cuando comenzó su gobierno, y reinó solamente durante tres meses, desde Jerusalén.
Fue un mal monarca. Hizo el mal a los ojos de Yahveh, enteramente como lo habían hecho sus padres. El faraón Nekó lo encadenó en Riblá, en el país de Jamat, para que no reinara más en Jerusalén.*
*II Reyes, XXIII, 31-33, y
*II Crónicas, XXXVI, 4.
Yoyaquim (o Elyaquim), decimoctavo rey de Judá. Hijo de Josías. Reinó sobre Judá desde Jerusalén durante once años. 609-598 a.C.
Fue hijo de Josías y Zebida. Fue hermano y sucesor de Joacaz de Judá.
Tenía 25 años cuando comenzó a reinar, y lo hizo durante once años.
Fue un mal rey. Hizo el mal a los ojos de Yahveh, enteramente como hicieron sus padres.
En sus días, Nabucodonosor II, rey de Babilonia, hizo una expedición y Yoyaquim le quedó sometido durante tres años. Luego volvió a rebelarse contra él.*
*II Reyes, XXIII, 36; y XXIV, 1.
Joaquín, decimonoveno y penúltimo rey de Judá (antes de la destrucción de este reino a manos de los babilonios). Hijo de Yoyaquim. Reinó sobre Judá desde Jerusalén durante tres meses. 598 a.C.
Fue hijo de Yoyaquim y Nejustá. Tenía Joaquín 18 años cuando comenzó a gobernar. Reinó solamente tres meses en Judá, desde Jerusalén.
Fue un mal rey. Hizo el mal a los ojos de Yahveh enteramente como había hecho su padre.
Primera deportación a Babilonia (598 antes de Cristo, o antes de la era común):
En aquel tiempo las gentes de Nabucodonosor II, rey de Babilonia, subieron contra Jerusalén y la ciudad fue asediada. Vino Nabucodonosor II, rey de Babilonia, a la ciudad, mientras sus siervos la estaban asediando. Joaquín, rey de Judá, se rindió al rey de Babilonia, él, su madre, sus servidores, sus jefes y eunucos; los apresó el rey de Babilonia en el año octavo de su reinado [del reinado de Nabucodonosor II].
Se llevó de allí todos los tesoros de la Casa de Yahveh y los tesoros de la casa del rey, rompió todos los objetos de oro que había hecho Salomón, rey de Israel, para el santuario de Yahveh, según la palabra de Yahveh. Deportó a todo Jerusalén, todos los jefes y notables, diez mil deportados; a todos los herreros y cerrajeros; no dejó más que a la gente pobre del país. Deportó a Babilonia a Joaquín, a la madre del rey y a las mujeres del rey, a sus eunucos y a los notables del país; los hizo partir al destierro, de Jerusalén a Babilonia. Todos los hombres de valor, en número de siete mil, los herreros y cerrajeros, un millar, todos los hombres aptos para la guerra, el rey de Babilonia los llevó deportados a Babilonia.
El rey de Babilonia puso por rey, en lugar de Joaquín, a su tío Mattanías [tío de Joaquín, no tío de Nabucodonosor II], cambiando su nombre en Sedecías.*
*II Reyes, XXIV, 10-17.
Sedecías, vigésimo y último rey de Judá (antes de la destrucción de este reino a manos de los babilonios). Hijo de Josías (el decimosexto rey de Judá). Reinó durante once años en Judá, desde Jerusalén. 598-587 a.C.
Fue hijo de Josías (el decimosexto rey de Judá) y Jamital. Tenía Sedecías 21 años cuando comenzó a reinar en Judá desde Jerusalén, y gobernó durante once años.
Fue un mal rey. Hizo el mal a los ojos de Yahveh, enteramente como había hecho Joaquín. Esto sucedió a causa de la cólera de Yahveh contra Jerusalén y Judá, hasta que los arrojó de su presencia. Sedecías se rebeló contra el rey de Babilonia.*
*II Reyes, XXIV, 18-20.
En el año noveno de su reinado [del reinado de Sedecías], en el mes décimo, el diez del mes, vino Nabucodonosor II, rey de Babilonia, con todo su ejército contra Jerusalén, acampó contra ella y la cercaron con una empalizada. La ciudad estuvo sitiada hasta el año once de Sedecías. El mes cuarto, el nueve del mes, cuando arreció el hambre en la ciudad y no había pan para la gente del pueblo, se abrió una brecha en la ciudad y el rey partió con todos los hombres de guerra, durante la noche, por el camino de la Puerta, entre los dos muros que están sobre el parque del rey, mientras los caldeos estaban alrededor de la ciudad, y se fue por el camino de la Arabá. Las tropas caldeas persiguieron al rey y le dieron alcance en los llanos de Jericó; entonces todo el ejército se dispersó de su lado.
Capturaron al rey y lo subieron a Riblá, donde [estaba] el rey de Babilonia, que lo sometió a juicio. Los hijos de Sedecías fueron degollados a su vista, y a Sedecías le sacó los ojos, le encadenó y le llevó a Babilonia.**
**II Reyes, XXV, 1-7.
Segunda deportación a Babilonia (587 antes de Cristo, o antes de la era común):
En el mes quinto, el siete del mes, en el año diecinueve de Nabucodonosor II, rey de Babilonia, Nebuzaradán, jefe de la guardia, siervo del rey de Babilonia, vino a Jerusalén. Incendió la Casa de Yahveh, la casa del rey y todas las casas de Jerusalén. Todas las tropas caldeas que había con el jefe de la guardia demolieron las murallas que rodeaban a Jerusalén. Cuanto al resto del pueblo que quedaba en la ciudad, los desertores que se habían pasado al rey de Babilonia y el resto de la gente, Nebuzaradán, jefe de la guardia, los deportó. El jefe de la guardia dejó algunos para viñadores y labradores de entre la gente pobre.
Los caldeos rompieron las columnas de bronce que había en la Casa de Yahveh, las basas, el Mar de bronce de la Casa de Yahveh, y se llevaron el bronce a Babilonia. Tomaron también los ceniceros, las paletas, los cuchillos, las cucharas y todos los utensilios de bronce de que se servían. El jefe de la guardia tomó los incensarios y los aspersorios, cuanto había de oro y plata. Cuanto a las dos columnas, el Mar y las basas que Salomón había hecho para la Casa de Yahveh, no se pudo calcular el peso del bronce de todos aquellos objetos. La altura de una columna era de dieciocho codos, y encima tenía un capitel de bronce; la altura del capitel era cinco codos, había un trenzado y granadas en torno al capitel, todo de bronce. Lo mismo para la segunda columna.
El jefe de la guardia tomó preso a Seraías, primer sacerdote, y a Sefanías, segundo sacerdote, y a los tres encargados del umbral. Tomó a un eunuco de la ciudad, que era inspector de los hombres de guerra, a cinco hombres de los cortesanos del rey, que se encontraban en la ciudad, al secretario del jefe del ejército, encargado del alistamiento del pueblo de la tierra, y a sesenta hombres de la tierra que se hallaban en la ciudad. Nebuzaradán, jefe de la guardia, los tomó y los llevó a Riblá, donde el rey de Babilonia; y el rey de Babilonia los hirió haciéndoles morir en Riblá, en el país de Jamat. Así fue deportado Judá, lejos de su tierra.***
***II Reyes, XXV, 8-21.
Apuntes finales:
Hebreos es un adjetivo gentilicio, utilizado también como sustantivo. Individuos pertenecientes al pueblo semítico hebreo,* que conquistó la antigua región de Canaán, después conocida como Palestina, y actualmente y desde el 14 de mayo de 1948, el moderno Estado de Israel, nombrado por numerosos peregrinos católicos y cristianos como Tierra Santa.
*Posteriormente llamado también israelita y/o judío.
(Por otra parte, el idioma hebreo es una lengua semítica de la familia afroasiática hablada, escrita y leída por más de ocho millones de personas en Israel y por las comunidades de la diáspora judía extendida en más de 80 países.)
Algunos estudiosos señalan que la palabra hebreo podría proceder del nombre propio de Héber, tataranieto del patriarca Noé. El capítulo IX del Génesis señala que desde antes del diluvio "universal", Noé ya tenía tres hijos varones: Sem —"ancestro de los asiáticos", según la tradición—, Cam —"ancestro de los africanos", según la tradición—, y Jafet —"ancestro de los europeos", según la tradición—. En el Libro del Génesis,* puede leerse que Sem tuvo cinco hijos, entre ellos Arpaksad o Arfaxad; que este último engendró a Sélaj, y Sélaj engendró a Héber.
*Génesis, X, 21-25.
Israelitas. Hebreos; esto es, individuos pertenecientes al pueblo semítico que conquistó y habitó Palestina.
Judíos. Son los nacidos en Judá o Judea (y/o en Israel). "Judíos" es un adjetivo gentilicio, posterior a "hebreos" y a "israelitas", que muchas veces se utiliza –válidamente– como sinónimo de dichos términos.
Ahora bien, se conoce también como judíos a los individuos que aun cuando no hayan nacido en Judá (Judea) o en Israel, profesan creencias y cumplen preceptos que constituyen la religión que sigue la ley de Moisés, la ley mosaica.
Judá es el territorio asignado por Dios Yahveh (orden comunicada a Moisés y a Josué) a los descendientes de Judá (a la tribu de los hijos de Judá), el cuarto hijo varón del patriarca Jacob.* Las tierras ubicadas al sur de Jebús (ciudad de los jebuseos; o sea, la actual Jerusalén**) y al poniente del Mar Muerto; por el sur, el lindero es el límite sur del Desierto del Néguev. Se exceptúa el territorio correspondiente a la tribu de Simeón, el segundo hijo del patriarca Jacob (Jacob había sido renombrado como Israel por Dios Yahveh***). —Véase el mapa de distribución de territorios entre los integrantes de las doce tribus, arriba.
*Josué, XV.
**I Crónicas, XI, 4.
***Génesis, XXXV, 9.
Israelíes. Es un adjetivo gentilicio que denota a los nacidos en el moderno Estado de Israel —Medinat Israel— (también, a los nacionalizados israelíes), sin importar su ácido desoxirribonucleico (ADN): pueden pertenecer a cualquier raza o tener cualesquiera mezclas de razas.
Bandera del moderno Estado de Israel, constituido el 14 de mayo de 1948.
No deben ser confundidos los vocablos "israelita(s)" e "israelí(es)", ni deben ser utilizados como si fueran sinónimos.
