Cuatro citas del Nuevo Testamento sobre el tiempo

1).
Y este testimonio nos enseña que Dios nos dio vida eterna, la cual vida está en su Hijo Jesucristo.

— I, Juan, V, 11.

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2).
A lo cual respondió Jesús: No os corresponde a vosotros el saber los tiempos y momentos que tiene el Padre reservados a su poder soberano;

— Hechos de los Apóstoles, I, 5.

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3).
Ya sabéis vosotros la causa que ahora le detiene, hasta que sea manifestado o venga en su tiempo señalado.*22 El hecho es que ya va obrando o formándose el misterio de iniquidad; entretanto el que está firme ahora, manténgase, hasta en tanto sea quitado el impedimento.23

 — II, Tesalonicenses, II, 6-7.

*Se refiere al hijo de la perdición, el Anticristo.

Dice la nota (22) del obispo de Astorga, Félix Torres Amat (1772-1847): "Que será tal vez luego que reine la apostasía general."

Y la (23): "O haya desaparecido lo que ahora le detiene, esto es, la fe y la caridad de tantas almas buenas como hay todavía."

El que retiene o de momento evita la aparición del impío es el κατέχον (katéjon, algo así como "el retenedor" o "el que obstaculiza", en griego).

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4).
8. Mas una cosa no podéis ignorar, queridos: que ante el Señor un día es como mil años y, mil años, como un día. 9 No se retrasa el Señor en el cumplimiento de la promesa, somo algunos lo suponen, sino que usa de paciencia con vosotros, no queriendo que algunos perezcan, sino que todos lleguen a la conversión.

— II, Pedro, III, 8-9.

San Pedro (Simón, hijo de Juan), primer papa de la Santa Iglesia católica, apostólica y romana, fijó su sede en Jerusalén, y luego en Roma. En la parte final del versículo 8, arriba, se refiere al Salmo XC (LXXXIX), 4:

Porque mil años a tus ojos son como el ayer, que ya pasó, como una vigilia de la noche.