miércoles, 12 de junio de 2013

La importancia del magnesio, el hierro y el cobre

La importancia del magnesio, el hierro (o fierro) y el cobre.

Son elementos químicos muy importantes.

El magnesio forma parte de la molécula llamada clorofila (un pigmento verde).

El hierro forma parte de la molécula llamada hemoglobina (que es una proteína, una metaloproteína).

El cobre forma parte de la molécula llamada hemocianina (una proteína azulada).

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El magnesio es un metal alcalinotérreo.

Símbolo: Mg (de la palabra latina magnesium).

Número atómico: 12.

Tiene 12 protones y generalmente 12 neutrones en su núcleo, pero existen isótopos que tienen 13 o 14 neutrones; y posee 12 electrones que orbitan al núcleo: dos en su primer nivel de energía o capa K, ocho en su segundo nivel de energía o capa L, y dos en su tercer nivel de energía o capa M.

Peso atómico relativo: 24.305.

Valencia: +2. Se ubica en el grupo 2: en la segunda columna (debajo del berilio, Be), y en la tercera fila o línea (a la derecha del sodio, Na)  en la Tabla Periódica de los Elementos Químicos del químico ruso Dmitri Mendeléiev (1834-1907).

No se encuentra libre en la naturaleza, sino formando compuestos como el cloruro de magnesio, MgCl2.
         Es el sexto, séptimo u octavo elemento más abundante en la corteza terrestre (hay discrepancias), representa cerca de 2 por ciento de la corteza terrestre, y es el tercero más abundante disuelto en el agua marina.
         Generalmente se obtiene a partir del cloruro de magnesio, MgCl2, que se encuentra disuelto en el agua de mar.

         El ión magnesio es esencial para todas las células vivas.

         En la industria, el magnesio es utilizado como un elemento de aleación.

         El hidróxido de magnesio Mg(OH)2 o leche de magnesia se emplea en medicina, por ejemplo, como antiácido.
         Hay personas del pueblo llano que la usan también, sin pruebas contundentes de su eficacia:
         1. Para mitigar las quemaduras causadas por los rayos solares luego de estar en la playa, el desierto, zonas muy calurosas, etcétera.
         2. Como desodorante, especialmente en piel sensible.
         3. Para calmar el ardor ocasionado por irritación en la piel (quemaduras, alergias…).
         4. En las nalgas de bebés para calmar la irritación del pañal.
         5. Diluida en agua, la leche de magnesia suele emplearse en las áreas grasosas de la piel de jóvenes y adultos (algunas mujeres, bajo el humectante y otras después del humectante).

         El cloruro de magnesio, MgCl2, se emplea en medicina; también, en la fabricación de papel, productos textiles, cemento, y como anticongelante: se pulveriza cloruro de magnesio sobre los pavimentos secos de pistas de aeropuertos antes de que nieve, o sobre el pavimento mojado antes de que el agua alcance temperaturas de congelación en el invierno.

         El citrato de magnesio se usa como laxante.

         El sulfato de magnesio, MgSO4, como tal, se usa en la industria casi exclusivamente como un agente secante, pero hidratado: MgSO4·7H2O, o sal de Epsom, o sal inglesa, tiene un empleo más amplio en medicina, por ejemplo, en sales de baño.
         Se emplea en agricultura y jardinería para corregir las deficiencias de magnesio en el suelo.

         El carbonato de magnesio, MgCO3, pulverizado es empleado por gimnastas y levantadores de pesas para mejorar su sujeción a las barras, potros de gimnasia, argollas, etcétera.
         En la escalada de alto nivel se emplea para mejorar la sujeción de las manos a la roca. Los escaladores suelen portarlo en una bolsa colgada del cinturón.
         (En cambio, violinistas, y lanzadores, pitchers o serpentineros del beisbol usan colofonia [en inglés: rosin] en polvo –una sustancia resinosa conocida en España también como pez de Castilla–, Pix graeca, obtenida a partir de la trementina de pinos, abetos [oyameles], alerces o terebintos.)

         El magnesio (Mg) forma parte de la molécula de la clorofila, una sustancia vegetal fundamental en la vida, que se encuentra en un organelo u orgánulo de las células vegetales llamado cloroplasto.

         La clorofila se encuentra en las cianobacterias, algas y en todos aquellos organismos que tienen cloroplastos en sus células, o sea en las plantas o vegetales.
         La clorofila es un pigmento indispensable en la fotosíntesis, importante proceso bioquímico que permite a las plantas absorber energía a partir de la luz.
         La molécula de clorofila tiene dos partes: un anillo de porfirina (un tetrapirrol, en este caso), y una cadena larga conocida como fitol.
         La porfirina vegetal tiene en su centro un ión de magnesio (Mg2+), rodeado por cuatro átomos de nitrógeno, N, muchos de hidrógeno, H, y unos pocos de oxígeno, O.

         En los animales vertebrados, el hierro ocupa un lugar equivalente al del magnesio en los vegetales.

         A través de sus raíces, los vegetales terrestres absorben agua y minerales, entre ellos el magnesio, del suelo; y por medio de sus hojas, principalmente, captan bióxido de carbono, CO2, de la atmósfera terrestre, para formar carbohidratos o glúcidos (moléculas como la glucosa, celulosa, compuestos por átomos de carbono, C, hidrógeno, H, y oxígeno, O) y liberar oxigeno, O2 a la atmósfera.

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El hierro o fierro es un metal de transición.

Símbolo: Fe (de la palabra latina ferrum).

Número atómico: 26.

Tiene 26 protones y generalmente 28 o 30 neutrones en su núcleo. Existen otros isótopos estables que tienen 31 o 32 neutrones; y posee 26 electrones que orbitan al núcleo: dos en su primer nivel de energía o capa K, ocho en su segundo nivel de energía o capa L, catorce en su tercer nivel de energía o capa M, y dos en su cuarto nivel de energía o capa N.

Peso atómico relativo: 55.85, o 55.847, o 55.845, o 55.6 (existen variaciones, o discrepancias).

Valencias: +2, +3. Se ubica en el grupo 8: en la parte superior de la octava columna (arriba del rutenio, Ru), y en la cuarta fila o línea (a la derecha del Manganeso, Mn)  en la Tabla Periódica de los Elementos Químicos del químico ruso Dmitri Mendeléiev (1834-1907).

Raramente se encuentra libre en la naturaleza. El hierro, Fe, es el cuarto elemento más abundante en la corteza terrestre, y entre los metales, solamente el aluminio, Al, es más abundante. Se halla formando parte de numerosos minerales, entre ellos muchos óxidos. Para obtener hierro en estado elemental, los óxidos se reducen con carbono y luego es refinado para eliminar las impurezas presentes.

         La fusión nuclear en las estrellas muy masivas (gigantescas) concluye definitivamente cuando únicamente queda hierro en su centro. O sea que en las primeras fases de la vida de una estrella (ya sea muy masiva, masiva, mediana, o “pequeña”), el hidrógeno (“materia prima”) se va fusionando para formar helio: cuatro núcleos de hidrógeno, H, forman un núcleo de helio, He.
         Luego, cuando todo el hidrógeno del centro de la estrella se ha transformado en helio, pueden suceder otras reacciones nucleares. Si la temperatura en el centro de la estrella llega a 200 millones de grados, los núcleos de helio se fusionan entre sí y generan carbono y oxígeno; si aumenta aún más la temperatura, pueden formarse neón, Ne; sodio, Na, y magnesio, Mg.
         Si la temperatura central llega a unos 3,000 millones de grados, pueden formarse todos los núcleos atómicos que no sean más pesados que el hierro. Las estrellas no muy masivas no pueden producir hierro, pues la temperatura de su centro nunca llega a ser tan alta como la del centro de las estrellas muy masivas.

         El núcleo de la Tierra está formado principalmente por hierro, Fe, y níquel, Ni.
         El hierro es el metal duro más utilizado; constituye aproximadamente 95 por ciento de la producción mundial de metal.
         En la industria, el hierro se utiliza para fabricar acero, cuando se combina con carbono, C (obtenido del coque o carbón mineral), en una proporción igual o menor a 2 por ciento de carbono; si la aleación hierro-carbono tiene más carbono generalmente no se le llama acero, sino fundición (con carbono en una proporción desde 2.1 o 2.14 hasta 6.67 por ciento).
         El acero se emplea en vehículos, barcos, vigas, columnas y trabes para construir estructuras de casas y edificios; rieles de ferrocarril.
         También se producen grandes cantidades de hierro fundido y hierro forjado, barreras, cancelería, muebles de jardín...
         El hierro se emplea para fabricar imanes, tintas, papel para heliográficas, pigmentos pulidores, abrasivos.

         El hierro es una parte esencial de las células sanguíneas llamadas eritrocitos o glóbulos rojos, ya que es un elemento indispensable de la compleja molécula proteínica llamada hemoglobina, encargada de transportar oxígeno (O2) a todos los tejidos del cuerpo del ser humano y los animales vertebrados, y de algunos invertebrados.

         El hierro existe sólo en pequeñas cantidades en los seres vivos; no obstante, su papel es vital en el crecimiento y supervivencia, y resulta indispensable no únicamente para obtener una adecuada oxigenación tisular (de los tejidos orgánicos), sino también para el metabolismo de la mayoría de las células.

         La hemoglobina es una proteína conjugada o heteroproteína, formada por cuatro cadenas polipépticas (globinas), a cada una de las cuales se une un grupo hemo.

         El grupo hemo está constituido por:
         A) Una unión de succinil-CoA (que es una combinación de ácido succínico y una coenzima A) al aminoácido glicina, para formar un pirrol.
         B) Cuatro grupos pirrol se unen para integrar la protoporfirina IX.
         C) La protoporfirina se une a un ión ferroso (Fe2+), para formar el grupo hemo.

         El grupo hemo tiene en su centro un ión ferroso (Fe2+), rodeado por cuatro átomos de nitrógeno, N, algunos radicales CH (carbono e hidrógeno), dos radicales OH (oxígeno e hidrógeno) y dos átomos de oxígeno.
        
         En los vegetales, el magnesio ocupa un lugar equivalente al del hierro en los animales vertebrados.

         Cuando la hemoglobina tiene unido oxígeno, se llama oxihemoglobina o hemoglobina oxigenada, que viaja “a bordo” de los eritrocitos (glóbulos rojos) de la sangre arterial.

         Cuando la hemoglobina tiene unido bióxido de carbono (CO2), recibe el nombre de carbaminohemoglobina o carbohemoglobina, que viaja “a bordo” de los eritrocitos de la sangre venosa, luego del intercambio gaseoso entre dichos eritrocitos y los tejidos.

         Según distintas condiciones, padecimientos o enfermedades,  enfermedades congénitas, intoxicaciones, estadios de la vida (el fetal, por ejemplo), en el ser humano puede haber hasta nueve tipos de hemoglobina, pero los más comunes o “naturales la mayor parte del tiempo”, son los dos arriba citados.

         Los eritrocitos o glóbulos rojos son células especializadas. Los glóbulos rojos de los mamíferos son anucleicos en su etapa de madurez, o sea que carecen de núcleo celular. En cambio, los eritrocitos de otros animales vertebrados tienen núcleo; las únicas excepciones conocidas son las salamandras del género Batrachoseps y peces del género Maurolicus.

         La anemia se define como una concentración baja de hemoglobina en la sangre. No es una enfermedad, sino un síntoma, una de cuyas causas más frecuentes es la deficiencia de hierro.

         Su origen puede ser una ingesta insuficiente de hierro, o hemorragias.

         A las personas anémicas los médicos suelen recetarles hierro inyectado u oral.

         También lo indican, en dosis apropiadas y a través de las vías adecuadas, a mujeres embarazadas (además de calcio, ácido fólico, etcétera).

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         En los rastros de algunas plazas de toros mexicanas y españolas, ciertas personas (mujeres y hombres por igual) beben sangre de toro luego de una corrida; previamente suelen captarla en vasos desechables después de que un empleado ha cortado uno o varios vasos sanguíneos de la res colgada, ya muerta obviamente.

         Además, en México, algunas personas beben sangre de toro durante varias fiestas religiosas tradicionales. Por ejemplo:



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El cobre es un metal de transición.

Símbolo: Cu (de la palabra latina cuprum).


Número atómico: 29.

Tiene 29 protones y generalmente 34 neutrones en su núcleo, pero existe un isótopo que tiene 36 neutrones; y posee 29 electrones que orbitan al núcleo: dos en su primer nivel de energía o capa K, ocho en su segundo nivel de energía o capa L,, dieciocho en su tercer nivel de energía o capa M., y uno en su cuarto nivel de energía o capa N.


Peso atómico relativo: 63.536.


Valencias: +1, +2, +3, +4. Se ubica en el grupo 11: en la parte superior de la undécima columna (arriba de la plata, Ag), y en la cuarta fila o línea (a la derecha del níquel, Ni)  en la Tabla Periódica de los Elementos Químicos del químico ruso Dmitri Mendeléiev (1834-1907).El cobre fue uno de los primeros metales usados por los humanos. En la naturaleza, el cobre se presenta aislado o en minerales, la calcopirita y la calcosina (que forman sulfuros), la malaquita y la azurita (que forman carbonatos) y la cuprita (que es un óxido).


Es el tercer metal  más usado en el mundo, por detrás del hierro (Fe) y el aluminio (Al).


La hemocianina es una proteína presente en la sangre de algunos crustáceos, arácnidos y moluscos que se encarga del transporte del oxígeno. Su función es equivalente a la que la hemoglobina realiza en la sangre de otros animales y de los seres humanos aunque el transporte de oxígeno no es tan eficiente.

En vez de hierro presenta dos átomos de cobre en su centro activo. Por esto el color de la hemocianina oxigenada no es rojo sino azul verdoso, lo que le ha dado el nombre (cian = azul). Los moluscos y crustáceos con este tipo de sistema de transporte de oxígeno en su hemolinfa muestran ese color en sus líquidos.

Los dos centros metálicos no están en contacto directo, pero si muy próximos entre ellos. La molécula de oxígeno se inserta entre los dos átomos de cobre, los cuales cambian su estado de oxidación, de +I a +II, cediendo un electrón cada uno a la molécula de oxígeno. Como consecuencia, ésta se reduce pasando a peróxido (peróxido de hidrógeno desprotonado). La transferencia de los electrones a pares evita la formación del ion superóxido.

El nombre hemocianina es erróneo, porque en la molécula no hay un grupo hemo-.

A causa de su gran tamaño, la hemocianina generalmente se encuentra flotando libremente en la sangre de crustáceos, moluscos y ciertos artrópodos, a diferencia de la hemoglobina.



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